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Lágrimas de Federer

Eurosport
PorEurosport

Publicado 07/06/2009 a las 07:00 GMT

Federer ha tardado mucho, doce años, para ganar en París. Diecinueve finales del Grand Slam ha necesitado para por fin acallar a los que le criticaban su falta de constancia en la tierra batida, y a los que apuntaban que no podría ganar aquí, siempre que Nadal estuviera cerca.

Sus lágrimas constatan que esta victoria es algo más. Esta vez, faltando el español al ser eliminado por Soderling en octavos, hubiera sido imperdonable para él no alzar la Copa de los Mosqueteros. Quizás por eso Federer cayó de rodillas y rompió a llorar nada más concluir el partido.
La derrota en la final del Abierto de tenis de Australia golpeó con dureza al suizo, que rompió en llanto antes miles de espectadores en el Rod Laver Arena de Melbourne. "Quizás lo intente luego, esto me está matando", dijo con lágrimas en los ojos Federer ante el asombro del público y de su vencedor en la final, Rafa Nadal.
Soderling se 'derrite' con Federer
Aquellas lágrimas fueron de tristeza, las de la final del Roland Garros fueron la consecución de un sueño para el helvético y Robin Soderling quiso formar parte de la fiesta del suizo, "me diste una lección de como jugar al tenis hoy. Tu eres el más grande en la historia y te merecías ganar ese título", reconoció un entregado Soderling que descubrió que anoche había bromeado con su entrenador, el sueco Magnus Norman, último finalista de esta nacionalidad en 2002, con la posibilidad de ganar hoy.
El sueco explicó: "Ayer mi entrenador y yo bromeábamos, y yo le dije, nadie puede vencerme diez veces seguidas. Tú lo has hecho hoy, pero nadie me ha ganado 11 veces seguidas", comentó con gracia el subcampeón, Y fue una gran lección, pero Federer contó con la especial ayuda de Soderling que no tuvo su día, y que después de ganar por primera vez en su carrera nueve partidos seguidos sobre tierra, desaprovechó una gran ocasión para, al menos, hacer feliz a su compatriota Bjorn Borg, campeón en seis ocasiones, que presenció el partido en el palco.
Soderling señaló: "Doy las gracias a Magnus mi entrenador, a Jenny mi novia, y a mis padres que vinieron hoy para este partido y que me apoyaron desde que comencé a jugar tenis. Este es el mejor torneo del mundo y me encanta venir", añadió Soderling que casi pareció estar agradecido por haber sido el convidado de piedra de Federer, y que podría haber redondeado la fiesta sueca, porque en la final júnior su compatriota Daniel Berta si se impuso al francés Gianni Mina.
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