Masters 1.000 Roma (Final), Nadal-Zverev: El eterno es Rafa (6-1, 1-6 y 6-3)
Actualizado 20/05/2018 a las 21:43 GMT
Rafa Nadal sumó a su palmarés el octavo título en el Masters 1.000 de Roma tras imponerse en una final marcada para el parón por la lluvia a Alexander Zverev (6-1, 1-6 y 6-3). En un partido que tuvo tres partes muy diferenciadas, primero dominó, luego sufrió y acabó resurgiendo en la reanudación con dos breaks consecutivos que le permiten volver al número uno de la ATP.
Personajes
Rafa Nadal. Dominó con autoridad en la primera manga pero cuando parecía que lo tenía todo ganado sucumbió y entró en el juego de un Zverev que demostró que es uno de los grandes talentos del tenis mundial. La lluvia hizo acto de presencia y ayudó al próximo número uno mundial este lunes, pero tuvo que rematar la faena ante el bajón del alemán. Y es que el balear vuelve a ser eterno en Roma.
Alexander Zverev. Posiblemente no haya tenido más contra las cuerdas a Rafa Nadal en un partido sobre tierra batida. Lo tuvo en su mano a pesar de caer con claridad en la primera manga. La lluvia le jugó en su contra y el parón le hizo bajar el pistón. A pesar de todo, el alemán ha dejado su tarjeta de visita de cara a Roland Garros, si es que no lo había hecho ya antes.
Nudo
Como toda final que se precie, los nervios parecieron atenazar la raqueta de Rafa Nadal en la puesta de largo con su servicio, sin embargo, Alexander Zverev que se las podía prometer muy felices con un break a favor, recibió un severo correctivo que comenzó con una respuesta de rotura en blanco al resto. El manacorí comenzó a dominar a placer el juego, con una lección táctica digna de las mejores escuelas de tenis.
Los puntos se sucedían y en la mayoría de los casos iban a parar al lado de un Nadal, que lejos de aflojar y conceder alguna mínima esperanza de meterse en la primera manga a un Zverev, totalmente superado por la situación. La confianza de haber ganado en Madrid y defender el título pareció esfumarse de un plumazo, mientras que veía cómo se agrandaba la figura del balear (6-1).
Pero en el tenis, como cualquier deporte que se precie, los momentos son tan volátiles como el viento, y conforme Nadal dominaba con solvencia una final que parecía que se iba a llevar de forma fácil, Zverev reaccionó de una manera que nadie se esperaba en el Campo Centrale. Lo que era ganadores se convirtieron en fallos del siete veces ganador en el Foro Itálico, y el alemán se metió de lleno en el partido.
Cinco juegos de manera consecutiva para ‘Sascha’ llevaron la lucha por el título a la tercera manga (1-6). El cambio de estrategia le funcionó, buscando una mayor agresividad, que le permitiera contrarrestar el dominio de Nadal desde el fondo de la pista. No hubo respuesta del manacorí, algo pensativo sobre la tierra batida romana, aunando fuerzas para la batalla que le esperaba.
Parecía todo en contra para Nadal, con break abajo en la tercera manga, pero la lluvia hizo acto de presencia. Casi una hora de parón que enfrió a un emergente Zverev y aclaró las ideas del español que en la reanudación arrolló a su rival. Dos roturas de manera consecutiva y pocas dudas con sus servicio que acabaron con su octavo título en la ciudad eterna. Como premio añadido, llegará a Roland Garros como número uno mundial (6-3). Todo un ejemplo de garra y superación que nuevamente lo ha dado todo sobre una pista de tenis para acabar imponiéndose a pesar de que estuvo realmente contra las cuerdas.
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