US Open 2019, Andreescu-Serena Williams: Una final inédita con aroma a relevo generacional (22:00)

El panorama de inestabilidad que envuelve al circuito femenino en los últimos tiempos ha afectado a esta edición del US Open. Ninguna de las cuatro números 1 que concurrían al torneo estará en la final, donde se han metido una neófita y una veterana. De un lado, Bianca Andreescu, una joven canadiense de 19 años que se ha metido en la final en su primera participación en el Grand Slam neoyorquino. En el otro, Serena Williams, ha sumado 101 victorias en el torneo neoyorquino y está a tiro de igualar el histórico récord de Margaret Couts de diez títulos en la Gran Manzana.

La canadiense, criada con sus dos abuelas rumanas, se ha convertido en la bomba de esta edición junto al italiano Matteo Berretini. Una tenista con un saque devastador que le lleva a ganar más del 80% de los puntos con su primer servicio. Pero capaz también de bloquearse, como le ocurrió ante Taylor Towsend, con quien perdió un set encadenando dobles faltas. Andreescu es una superviviente en la cancha. Una amante del yoga y de la meditación, en las que se refugia con asiduidad. Una tenista de enorme fuerza mental que analiza a sus rivales y busca las fisuras por las que filtrar su incómodo tenis. Una jugadora que ya transita por el puesto número 15 y está acostumbrado a derribar Top Ten con inusitada facilidad.

Enfrente llega una renacida Serena Williams, que a sus 37 años encadena más de dos años y medio sin ganar un Grand Slam, Muchos apuntan al parón por el embarazo, otros creen que ya han pasado sus mejores años. Sin embargo, en esta edición del torneo neoyorquino ha vuelto a exhibir ese martillo pilón que arma en su derecha y que termina derribando a todas sus rivales. El examen al que Andreescu someterá a Serena tiene aroma de relevo generacional. Marcará un cambio de ciclo, un punto de inflexión que la menor de las Williams quiere coronar ganando después de haber perdido sus dos últimas finales de Grand Slam ante Halep (referente de Andreescu) y Osaka.

A Serena le resta un escalón para alcanzar el Grand Slam número 24. Un partido en el que se medirá a una rival que podría ser su hija y que tratará de recordarle los 37 años que tiene. Cada arruga, cada achaque, cada año. La poderosa ambición de Serena será su mejor arma. Final inédita. Una cara nueva, una campeona de siempre. El viejo dilema: el entusiasmo frente a la experiencia. El querer contra el saber.