US Open 2018, Millman-Federer: La sorpresa del año (3-6, 7-5, 7-6(7) y 7-6 -3-)

John Millman. Consistente, sin fisuras y con un tenis que provocó innumerables errores en la raqueta del suizo. Conforme pasaron los juegos era cada vez más consciente de que podía hacer algo grande y cuando tuvo la oportunidad no falló. La grada se echaba las manos a la cabeza, era el australiano el que pasaba a cuartos de final.

Roger Federer. Ni se acercó a la versión de las grandes citas. Con un elevadísimo número de dobles faltas y de errores no forzados, desapareció completamente en los momentos más calientes del partido. Con total merecimiento, visto el tenis mostrado ante Millman, está fuera del cuadro masculino del US Open.

Un arranque fulgurante, eso le sirvió a Roger Federer para adjudicarse un set, en el que a falta de grandes alardes, la efectividad le permitió tomar una tempranera ventaja frente a un John Millman más nervioso y nuevo por esos lares. Le costó entrar al australiano en juego, y cuando quiso ponerse a jugar ya tenía un marcador en contra de 0-3.

Pero lejos de amedrentarse, poco a poco fue poniendo en más dificultades de las previstas a Federer, que no terminaba de encontrar un buen ritmo de cara a poder arrollar a su rival. Con poco le bastaba para cerrar la primera manga, pero el inicio fue mucho mejor que el nudo y el desenlace, que dejaban algunas dudas en el estilo del número dos mundial, errático con la volea y que dejaba todo para el servicio a la hora de poder adjudicarse el primer set (3-6).

John Millman le ganaba terreno a un Federer, que no daba la sensación de dominio con su tenis, acortando en exceso los puntos y fallando mucho más de la cuenta. Después de salvar un juego eterno donde el australiano estuvo peleando para conseguir la rotura durante más de diez minutos al resto, Roger pareció encarrilar la segunda manga, pero nada más lejos de la realidad.

Era Millman el que recuperaba el servicio cuando el tenista de Basilea se disponía a cerrar el set, salvando un par de puntos por el camino, y hacía saltar la sorpresa general arrebatándole la manga contra todo pronóstico al suizo que había visto caer su juego al abismo de la imprecisión, algo totalmente inédito en la carrera del jugador con más Grand Slams de la historia (7-5).

Lejos de mejorar, Federer seguía inmerso en una vorágine de errores, que le permitían sobrevivir al servicio, pero que no encontraba la manera de poder hacer daño al resto ante un Millman que cada vez estaba más crecido sobre la pista. El australiano dominaba a placer con su saque y forzaba un tiebreak donde extrañamente no aprovechaba sus oportunidades viendo como se encontraba por detrás en el marcador, ante un rival que a priori estaba en bastante desventaja contra el número dos del mundo (7-6(7)).

Conforme pasaban los minutos el australiano se creía más que era capaz de consumar la sorpresa, hecho que quedó más patente cuando recuperó el break de desventaja que había conseguido Federer, en un ligero soplo de aire para el número dos del mundo. Fue un auténtico mazazo para el suizo, que no levantó cabeza y acabó cayendo presa de sus errores en un nuevo desempate. Será el australiano el que se enfrente a Novak Djokovic en los cuartos de final.