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US Open 2018: Rafa Nadal, un gladiador para el que la retirada casi nunca es una opción

Pablo Sarmiento

Publicado 07/09/2018 a las 23:47 GMT

No es habitual ver a Rafa Nadal tener que retirarse en un torneo de Grand Slam, aunque por desgracia, en la temporada 2018 se ha visto obligado a hacer en dos ocasiones, en Australia y el US Open. Eso suma la mitad de veces que ha tenido que hacerlo a lo largo de su carrera, con claro protagonista para sus problemas en las rodillas, una lesión que le lleva por la calle de la amargura.

Rafael Nadal

Fuente de la imagen: Getty Images

De las cuatro veces que Nadal no ha terminado, o ni siquiera empezado, un partido de Grand Slam por lesión, tres de ellas han estado directa o indirectamente relacionadas con la rodilla, un caballo de batalla que le mermó ya en el final del curso pasado y que en 2018 le obligó a no jugar ni un partido de competición hasta el Open de Australia, donde también acabó retirándose.
La primera ocasión de su carrera, donde el número uno mundial dejó una pista en uno de los cuatro grandes fue también en Australia. Después de triunfar por primera, y única vez en su carrera en el primer Grand Slam del año en 2009, su defensa por el título no pudo acabar de peor manera, abandonado en cuartos de final frente a Andy Murray, que con dos sets de ventaja y break arriba en el tercero, veía como acababa su duelo frente al balear de forma prematura (6-3, 7-6(2) y 3-0). La rodilla derecha, la misma que le ha pasado factura en la presente edición del US Open, salía a escena y permitía llegar a semifinales al escocés, que acabaría cediendo ante Roger Federer en el partido por el título.
Australia era nuevamente testigo de otro de los momentos más difíciles de la carrera de Nadal en un Grand Slam en 2014, después de que en 2013 ni siquiera pudiera jugar por un virus estomacal. Ese año, el español se metía en la final, donde se medía a Stan Wawrinka. En aquella ocasión pudo acabar el partido, pero visiblemente mermado por unos problemas de espalda. Se quedó clavado y no podía ni siquiera sacar, terminando por ceder en cuatro sets (6-3, 6-2, 3-6 y 6-3). Tres años antes, en cuartos de final ante David Ferrer, también terminaba el duelo, pero sufría una rotura de fibras en los isquiotibiables. Él mismo se lo decía claramente a su tío y entrenador por aquel entonces, Toni Nadal, “me he roto”.
Tras un par de años donde Nadal tuvo problemas de confianza, 2016 pareció ser el inicio de su despegue nuevamente, sin embargo, en Roland Garros vio cortada su progresión por una lesión en su muñeca izquierda. En una multitudinaria rueda de prensa, el manacorí anunciaba su retirada del torneo, sin poder disputar la tercera ronda que le iba a enfrentar a Marcel Granollers, atrasando la décima durante un año. Aquella dolencia puso en jaque su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde finalmente conquistó el oro en dobles junto a Marc López y fue cuarto en el cuadro individual tras perder las semifinales contra Juan Martín del Potro y el 3º y 4º puesto ante Kei Nishikori.
El pasado año, el circuito fue testigo de la gran irrupción de Nadal y Federer nuevamente en el circuito, después de meses de ausencia, pero para Rafa, los problemas en la rodilla fueron una losa muy pesada en los últimos meses del año. Tras el Masters 1.000 de Shangái, donde llegó en la final, vino la retirada en París-Bercy y las ATP Finals de Londres, torneo tras el cual se mantuvo sin competir hasta Australia.
El primer Grand Slam del año era testigo de la última gran retirada de Rafa Nadal. Después de posponer su vuelta al circuito de la ATP, el balear lidiaba lo mejor posible con sus problemas en la rodilla, y quizás esa dolencia acabaría en la rotura del psoas ilíaco que le hacía abandonar en cuartos de final frente a Marin Cilic, cuando el partido se decidía en el quinto set (3-6, 6-3, 6-7(5), 6-2 y 2-0). Los gestos de negación del español anticipaban la dolorosa decisión, que se ha repetido por desgracia en las semifinales del US Open ante Juan Martín del Potro. Tras el parón hasta la temporada de tierra batida, su vuelta no pudo ser más gloriosa, después de que arrasara al equipo alemán, en los dos partidos que disputó en los cuartos de final de la Copa Davis.
Precisamente esta competición vuelve ahora a escena, a una semana vista de que España se enfrente a Francia en Lille por un puesto en la gran final, en el último año del formato clásico. En principio, el número uno mundial estaba confirmado en el equipo anunciado por Sergi Bruguera para lidiar con el potencial galo, sin embargo, su retirada pone en seria duda su presencia. Tocará esperar la decisión de Rafa, que este año siempre ha primado su bienestar físico ante todo, con absoluta lógica, a pesar del tremendo agujero que supondría en la ‘Armada’.
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