El análisis de Fernando Gómez | John Isner, puntos cortos, partidos largos y récords casi inmortales

El estadounidense de 38 años y de 2 metros y 8 centímetros de estatura de Greensboro, Carolina del Norte, afirmó la semana pasada que el US Open sería su último torneo profesional. El candado a su carrera profesional, iniciada en 2007, lo ha puesto con la conquista de 16 títulos individuales, 14 de ellos en su país, y solo en 6 ciudades: Miami (en 2018 el Masters 1000, el más importante de la colección), Atlanta (6 veces), Newport (4), Winston-Salem (2) y Houston (1). A los que se unen los dos triunfos del torneo neozelandés de Auckland. Este palmarés implica conquistas en las tres superficies, aunque siempre al aire libre, a razón de los 11 campeonatos en pista rápida, los cuatro éxitos en la hierba de Newport y el trofeo levantado en la original y menos abultada tierra de Houston.

Isner, el jugador que tuvo dominado por dos sets a uno a Rafa Nadal en la primera ronda de Roland-Garros 2011 y que a partir de ahora quiere dedicar más tiempo a su familia, ha dejado dos registros impresionantes para la historia del tenis. Uno de ellos consiste en ser el único tenista que ha superado los 14.000 aces. Llegó a Nueva York con la cifra de 14.411, que ha aumentado hasta los 14.470 definitivos, tras los últimos 48 conectados en su encuentro ante Mmoh. La otra marca tuvo un momento temporal concreto, fue solo un partido, pero qué encuentro, el más largo de la historia y que con los cambios implantados en los torneos de Grand Slam se proyecta como imbatible. Isner, junto al francés Nicolas Mahut, que a sus 41 años sigue en activo en la modalidad de dobles y el simpático árbitro sueco Mohamed Lahyani, que no visitó el baño en ningún momento, fueron de una confrontación que alcanzó las 11 horas y 5 minutos de juego. Este tiempo se repartió en la ya mítica Pista 18 de Wimbledon (donde luce una placa conmemorativa) entre los días 22 y 24 de junio de 2010 para decidir quién pasaba a la segunda ronda. Y fue nuestro protagonista, tras imponerse por el marcador de 6-4, 3-6, 6-7, 7-6 y 70-68. Hubo otros 85 partidos en el torneo que comenzaron después y acabaron antes.

En las siguientes líneas vamos a destacar algunos de los datos más impresionantes que dejó el partido. Faltaron solo 20 puntos para alcanzar los 1000. El número total de juegos disputados, 183, también supone una plusmarca mundial tenística, así como los 168 juegos ganados al servicio. El quinto set fue el más largo de siempre con una duración de 8 horas y 11 minutos. Cada jugador superó los 100 saques directos. El norteamericano hizo 112 aces y el galo 103, es decir, 215 totales. Los dos tenistas superaron de este modo el registro que había establecido el croata Ivo Karlovic con 78 en la Copa Davis frente al checo Radek Stepanek.

La intrahistoria del encuentro recoge que se paró por falta de luz el martes cuando Isner y Mahut estaban igualados a dos parciales. Cuando el encuentro alcanzó las 6 horas y 34 minutos se convirtió en el más extenso de siempre al dejar atrás el duelo entre los franceses Arnaud Clement y Fabrice Santoro en Roland-Garros en 2004 (en la actualidad ha sido superado en duración por otros dos encuentros más). El marcador quedó congelado dos veces en el último set: con empates a 47 y a 59, de modo que la empresa IBM pasó la noche del miércoles al jueves arreglando el sistema de marcadores. La BBC no ofreció señal del encuentro al principio, pero sí lo hizo en la última sesión del jueves, con la presencia del exjugador y comentarista de la cadena pública británica John McEnroe.

¿Y cómo fue el futuro? El inmediato es que Isner, sin poder recuperarse, perdió en segunda ronda frente al neerlandés Thiemo de Bakker en menos de una hora y cuarto y sumando solo 5 juegos a favor. Los números decían que en la edición de Wimbledon del año siguiente solo había una probabilidad entre 142 de que Isner y Mahut volvieran a ser emparejados en el sorteo en primera ronda. El capricho destino volvió a cruzar sus caminos. En esta ocasión de nuevo ganó el estadounidense en tres mangas, resueltas la primera y la última en el desempate, y en solo 2 horas y 3 minutos. El francés publicó un libro en referencia al duelo de 2010 con el título: 'El partido de mi vida'. Los dos tenistas afirman que iniciaron una relación de amistad que les lleva a estar en contacto en momentos importantes de sus respectivas vidas y también que todavía no han encontrado tiempo para visionar el partido.