Messi vivió un aniversario muy amargo

Leo Messi no pudo participar en el partido de vuelta de semifinales de la Champions League contra el Bayern de Múnich al recaer poco antes del choque de su lesión muscular. Su cara en el banquillo expresaba, además del dolor físico de ese bíceps femoral dañado un dolor mayor por no poder ayudar a sus compañeros a intentar remontar esta eliminatoria.

Además, el jugador argentino tenía algo que celebrar en esta fecha de 1 de mayo. No era su cumpleaños ni el de ninguno de sus seres queridos, pero en esta fecha se cumplían ocho años exactos de su primer gol con el Barcelona. Su cara de felicidad en aquel ya lejano 2005 contrastaba mucho con el semblante serio y sombrío que mantuvo en esta noche ante el Bayern.

Un adolescente Leo Messi salía al terreno de juego en la 34ª jornada de la Liga 2004/2005 en un partido contra el Albacete. Sustituyó a Samuel Eto’o a solo dos minutos del final, pero en ese breve período de tiempo le dio tiempo a marcar su primer gol con una preciosa vaselina y a que pocos minutos antes le anularan un idéntico tanto.

Han pasado ocho años, cientos de goles, decenas de títulos, cuatro Balones de Oro y el hecho de ser considerado el mejor futbolista de todos los tiempos. Pero la noche en la que Leo Messi celebraba los ocho años de su primer gol, vivió uno de los tragos más amargos de su carrera, en el que incluso ni pudo participar para intentar ayudar a sus compañeros.