¿Qué paso con... Darío Silva?

Darío Silva formó una de las delanteras más recordadas de la historia del Málaga a principios de la década pasada junto al panameño Julio César Dely Valdés, pero la vida siguió unos derroteros muy distintos para el uruguayo y para el centroamericano. Mientras Dely Valdés goza de un protagonismo mediático sin precedentes como seleccionador de Panamá, a la que ha estado a punto de clasificar para el Mundial de Brasil, la vida fue más dura con Darío Silva, con un accidente de tráfico en el verano de 2006 que le costó una pierna.

Con el tradicional carácter guerrero que predomina en los jugadores charrúa, la pérdida de una pierna, un drama mayúsculo para cualquier futbolista en activo o retirado, se convirtió en un acicate, y los Juegos Olímpicos de Londres pasaron a ser su principal objetivo. La historia olímpica de Uruguay sitúa el remo olímpico como uno de sus deportes predilectos, con un alto porcentaje de medallas, y ante la imposibilidad de desarrollar un deporte en el que las piernas fueran claves, Silva fijó 2012 como el año de su primera aparición olímpica en el canal en lugar de los campos de fútbol. "Mi objetivo es llegar a Londres 2012 y mi especialidad el 'single sculls'", aseveraba al poco de haber recibido el alta hospitalaria, y descartando los Juegos de Pekín ante la inminencia de la cita y el escaso tiempo para prepararse.

Los años fueron pasando y finalmente la opción del remo pasó de largo sin que Darío Silva estuviera presente en la cita olímpica de Londres. Su vida estaba ya orientada hacia otros menesteres, con el emocionante aparte que supuso su vuelta a los terrenos de juego en 2009 en un partido de homenaje entre las selecciones de Argentina y Uruguay en el que el emblemático '9' charrúa jugó ya con la prótesis que sustituye a su pierna perdida en el accidente de tres años antes. Su olfato, eso sí, no había desaparecido, ya que anotó dos goles para poner el punto final a su vida como futbolista.

Desde entonces, la equinoterapia supuso una parte importante de su vida. Esta disciplina emplea a los caballos como medio para superar lesiones físicas y psicológicas, algo que a Darío Silva le resultó de mucha utilidad, hasta tal punto que, una vez completada su recuperación, decidió invertir dinero en el mundo equino, en el que ha mantenido negocios de exportación de ejemplares árabes, que eran adquiridos por establos de Estados Unidos y España. Su entendimiento sobre el mundo del caballo llegó a ser tan profundo que era habitual verlo participar en concursos de caballos árabes como jurado.

La vida de Darío Silva se reparte entre Montevideo, la capital uruguaya, y su localidad natal, Treinta y Tres, y el fútbol ocupa un lugar cada vez más residual en su vida, aunque es habitual verlo pronunciarse en los medios que lo requieren para juzgar el desempeño de la selección de Uruguay, hoy liderada en el ataque por jugadores de la talla de Edinson Cavani y Luis Suárez, que han garantizado un relevo digno a uno de los delanteros más guerrilleros que el fútbol sudamericano ha conocido, surgido de Defensor Sporting y madurado en Peñarol antes de dar el salto a Europa.

Sin embargo, la política ha sido la que ha terminado conquistando el corazón de Darío Silva. Ya en su etapa en el Sevilla tuvo que afrontar alguna sanción económica por hacer propaganda electoral del Partido Andalucista tras marcar un gol en pleno partido. Con el paso de los años, ese interés por el poder ejecutivo ha ido germinando hasta el punto de que se presentó a las elecciones del año pasado en la candidatura de Jorge Saravia, aspirante a senador por el Partido Nacional uruguayo. No obstante, el objetivo de 'La Cabra', el cariñoso apodo futbolístico de Darío Silva, está en 2015, en las elecciones departamentales por la intendencia de Rocha. La juventud es uno de los puntos clave en los que se basará esta futura candidatura de la nueva versión de Darío Silva, con traje y corbata y las botas ya en un lejano lugar de la memoria del que no han dejado de alejarse desde que una farola se puso en su camino en una aciaga noche de 2006.