US Open 2016, Sevastova-Muguruza: La hora de la auténtica Garbiñe (01:00)

Comenzará con 27 grados de temperatura y terminará con 25. Ésta es la situación meteorológica que se encontrará Garbiñe Muguruza cuando salte a la Arthur Ashe para afrontar su partido de segunda ronda del US Open 2016 ante la letona Anastasija Sevastova. No es un dato menor, teniendo en cuenta que en su primera toma de contacto con el cemento neoyorquino tuvo que reclamar las asistencias médicas por el calor sofocante en un par de ocasiones, pagando la novatada de tener que jugar en el segundo turno de la mañana y teniendo que remontar desde muy temprano ante la ya menos desconocidaElise Mertens.

La situación mejora notablemente para la tenista española en su segundo partido, y tanto ella como Sam Sumyk, su entrenador, esperan que eso repercuta en un rendimiento más acorde con la cuarta cabeza de serie del torneo, la campeona de Roland Garros que, desde aquel glorioso mes de mayo, ha encadenado tropiezos tanto en Wimbledon como en los JJ. OO. En la última semana parece haber recuperado fuelle y sensaciones, pero no contaba con un clima tan extremo a estas alturas del mes de agosto en territorio neoyorquino, lo que terminó convirtiéndose en un enemigo tan o más peligroso que la propia Mertens.

Una vez apeada de la competición la belga, llega el turno de Anastasija Sevastova, una jugadora de perfil medio que no tiene grandes triunfos en su palmarés, y cuya victoria en primera ronda ante Anna-Karolina Schmiedlova tampoco puede ser considerada una severa amenaza para los intereses de Muguruza. Schmiedlova está atravesando el que posiblemente es el bache más prolongado en su carrera deportiva y no puede ser catalogada como una rival férrea, por lo que el triunfo de Sevastova partía dentro de la lógica.

Junto a Jelena Ostapenko, Sevastova representa al tenis letón en el cuadro femenino, mucho más discretas ambas que su compatriota Ernests Gulbis, quien en su momento se postuló como posible alternativa a los grandes del circuito ATP. Sevastova ocupa un lugar discreto (48.ª de la clasificación WTA), aunque recientemente ha estado presente en dos finales, una sobre césped (en el Open de Mallorca) y la otra sobre tierra batida, en Bucarest. En el torneo disputado en suelo español no pudo doblegar a la francesa Caroline Garcia, que la venció en dos sets por 6-3 y 6-4, pero el verdadero descalabro llegó en Bucarest, donde Simona Halep (quinta cabeza de serie en el US Open y equiparable en cuanto a nivel y calidad tenística a Garbiñe) la despachó con un doble rosco, un doloroso 6-0 y 6-0 que convirtió en amargo el cuantioso premio económico recibido por Sevastova.

Garbiñe Muguruza tiene, por tanto, todos los ingredientes dispuestos para volver a brillar como ella sabe: horario vespertino con temperatura más agradable que en su debut, los focos y las gradas repletas de la Arthur Ashe, y una rival que no responde al perfil de recién llegada a la élite que se le ha atragantado últimamente.